25 de enero de 2009

El último cigarrillo

McKinley miró por la ventana. Sabía que era cuestión de tiempo. A esas alturas, puede que fuese el único que permanecía con vida en el edificio. La capital ya había sido tomada y cientos de cadáveres yacían bajo los escombros en el exterior. La calma que abraza el aire tras la batalla perdida a veces es mucho peor que el estruendo de la guerra, pensó. Escuchó pasos en la escalera y un escalofrío le recorrió la espalda. Derrotado, se dejó caer en su ajado sillón de cuero. Encendió el último cigarrillo de su vida. Lentamente. Quienquiera que fuese se detuvo tras la puerta, giró el pomo y abrió. Mis excusas, dijo desde la entrada. Nunca había matado a una mujer tan hermosa. McKinley sintió la muerte de Eva como la suya propia. Ya nada importaba. Urdir los hilos del viejo continente siempre fue una ilusión, contestó. Dos segundos después, el silenciador hizo del disparo un susurro. La calma que abraza el aire tras la batalla perdida a veces es mucho peor que el estruendo de la guerra.

11 comentarios:

Dani dijo...

Ehhhhh! Esa tía ahí. Del periodismo a la música, el saber estar y muchas otras cosas hay un camino largo que recorrer. Pero estoy seguro de que le darás dos vueltas al circuito.

A ver cuando nos grabamos unos temitas.

ER CANIJO

Anónimo dijo...

Un chelo, Mafalda, Alfred Hitchcock, un microrrelato, periodismo, un mundo apasionante por descubir, para qué mentir. Besitos y hasta pronto.

Unknown dijo...

Un relato muy completo e imaginativo básado en un ya "mitico" juego de mesa. Aunque quizas este omitiendo la parte más escabrosa. El trato entre rommels, pattons, bonapartes, cesars, wellingtons y todo estudioso de la estrategia de salOn que se preste. RelaciOn que suele acabar torcida por los más corruptos intereses de los poderosos. Risk, el juego de la conquista del mundo.

Unknown dijo...

Risk, el juego de la masacre ficticia

Juanma dijo...

Sí, sera "microrrelato" por su extensión. Que no por su contenido. Genial, mi querida Té. Siempre me gustó, de una persona, aquello que no sé que tiene. Descubrirlo es fascinante. Y no descubrirlo, también. Porque entonces se intuye.
Fantástico mundo y único el momento de enceder el que será el último cigarrillo.

Besos para mi chica favorita.

el aguaó dijo...

Esa calma puede ser tremendamente estridente. Hay silenciosos explosivamente ruidosos.

A veces las batallas no tienen por qué ser sangrientas ni en una guerra haber cadáveres.

Magnífica entrada. Me quedo con este detalle que afina la pincelada final que luego rematará el microrrelato: "Dos segundos después, el silenciador hizo del disparo un susurro". Sencillamente genial.

Un fortísimo beso.

Té ツ dijo...

Canijoooo! Qué alegría leerte. Muchas gracias. Sabes que vamos a grabar un discazo ya mismo. Un beso extremeño.

Gracias, H. Nos seguiremos leyendo. Un abrazo.

Joss, compañero incondicional de risk. La verdad es que el mítico juego de mesa tiene tanta historia detrás que casi podría dar para una novela. Pero, ¿sabes?, con la nueva edición imagino una guerra futurista y destructiva a nivel mundial. Será porque ya no hay soldados ni jinetes, no lo sé, pero Napoleón o Wellesley creo que ni siquiera hubieran podido imaginar semejante lío planetario.

Querido Juanma, gracias. Me alegra que te guste mi lado oscuro y sangriento. No a todo el mundo le pasa. ;) Besos mil.

Gracias también a ti, Aguaó. Pero he de confesar una cosa. Esa frase que tanto te gusta es muy similar a otra que aparece en Sin City, un cómic de Frank Miller que me encanta. De hecho, además de una partida apasionante de risk, fue lo que me llevó a inventar a McKinley en su trágico final. Otro beso fuerte para ti.

Pugliesino dijo...

Creo que versos es lo único,desde que me asomé a esta ventana,que no te he visto escribir,aunque mentiría porque ya en el post de la música había poesía.
Y es que quien trata bien a las palabras ellas le responden al escribirlas y leer por primera vez un microrrelato tuyo ha sido un muy agradable momento.
La muerte,silenciosa,como la llevas a lo largo de la narración en medio de una gran descripción del escenario bélico,hasta su destino. Un recorrido escalofriante.
Felicidades! Un abrazo fuerte

Anónimo dijo...

El silencio a veces golpea con mas fuerza que cualquier otra cosa.

Mer

Antonio dijo...

sin duda esos silencios son escenas que tienes en la cabeza para que un disparo, pum, sólo quede un susurro.

Felicidades.
Antonio

José Luis López Recio dijo...

Muy bueno el relato, te seguiré leyendo.
Saludos