19 de enero de 2009

El eco de lo intangible

La música puede dar nombre a lo innombrable 
y comunicar lo desconocido
Leonard Bernstein



16 comentarios:

aiNOha dijo...

Completamente deacuerdo con esa frase!
No entiendo mucho de instrumentos pero, es un chelo, no? En mi familia varios lo tocan...

un besito!

Ludwig Constantine dijo...

En "Corazones en la Atlántida" de Stephen King, el protagonista de una de las cinco historias dice: "La música siempre ayuda. Paso ya de los cincuenta y la música sigue ayudando. Es el fabuloso remedio espontáneo". Creo que es una de las grandes verdades de la vida.

Por cierto, ¿tocas el chelo? Algún día quizás cuente lo mío con las mujeres y los instrumentos de cuerda.

Té ツ dijo...

Hola querida Ainoha, sí, es un chelo. Lo mío con la música también viene de familia. Casi me dedico a ello, pero al final pudo más el Periodismo, que también es muy pasional ;) Un besazo.

Sin duda, Ludwig, la música es el fabuloso remedio espontáneo. Qué gran verdad. No toco el chelo profesionalmente, pero de vez en cuando releo partituras y acompaño a unos amigos músicos que componen cositas. Ya te pasaré algunos temas. Y cuéntame esa historia... ¿O me piensas dejar con la intriga?

Pugliesino dijo...

Le da nombre,y vida,y sentido,y belleza a momentos mágicos.
Creo que los músicos llegáis también a ser magos.

Un abrazo Té

Juanma dijo...

Llevo varias horas buscando una frase rotunda, pero no me sale. Sólo recuerdo una de un gran colega: "Los gatos son los violines de la noche".

Un beso para mi chica favorita. Al final eres como una música que tarareo continuamente.

Anónimo dijo...

Gracias, desde que te lo pedí en aquella tarde de la radio de los blogueros... no puedo quitarte de mis sueños... ahora puedo soñar mejor... del resto me encargo yo.

James Albert Hook dijo...

Mi muy señor anónimo, de ilusiones y sueños se vive. Si no está de acuerdo, comuníquemelo, con nombre y apellidos, y del resto me encargo yo.

Alberto Tabares

Té ツ dijo...

Bonita frase, Carlos. Un abrazo para ti también.

Los gatos son los violines de la noche. Es precioso, Juanma, aunque la guinda de tu comentario la pones tú. Gracias por tu inmenso cariño. Otro beso.

Té ツ dijo...

Como no entiendo de anónimos, he decidido suprimir para siempre la opción de comentar de esta forma en mi blog.

Querido Albert, esa frase podría ser de un guión de Tarantino... John Travolta en sus mejores momentos, quizás. Besos varios.

mamen dijo...

Yo, mejor me callo y dejo que suene la música.

Juanma dijo...

Yo me voy contigo Mamen. Seguro que Pedro y tú me dais un cafelito y elegís un disco que vaya bien con la tarde.

Abrazos y recuerdos.

Pedro dijo...

Mira Juanma, hasta ahora no había dicho nada porque creo que no hay que dar cancha a los bandarras-estúpid@s-semipersonas-resentid@s-antisociales-frustrad@s. Te recibimos con el cafelito (y una copita, ¿no?) y con la música que más te guste. Y nos olvidamos de ell@s, como muy bien hace Té.
James Albert, ahí te presentas. Si hace falta, yo le limpio los mocos al/la mamarrach@, después de vérselas contigo.Y luego nos olvidamos de él/ella. Pedro Puig.

Anónimo dijo...

La música es medicina para el alma.

Mer

Juanma dijo...

Ay, copita también, por favor. Y si os creeis que os voy a dejar solos a Albert y a tí, estais muy equivocados. Desde que vi "Superman I" estoy que me salgo...

Besos, abrazos.

Té ツ dijo...

Plas, plas, plas (Aplausos)
Vito Corleone estaría orgulloso de vosotros, chicos. Me he reído de lo lindo con vuestros comentarios. Yo me uno al café con la copita y apuesto, claro, por la banda sonora de El Padrino de fondo. Ya os imagino con traje a rayas, sombrero y clavel rojo en el ojal. Qué grande.

Mer, estoy completamente de acuerdo contigo. Cuando el dolor no se puede materializar en palabras y supera los límites de los físico, la música es la mejor medicina. Un saludo.

Anónimo dijo...

Por supuesto que tienes mi permiso para enlazar mi blog. :)

Mer