15 de diciembre de 2009

El fin de las cosas


Se llamaba Freeman de apellido y no hubo nunca ecuación matemática que sirviese para calcular su fortuna, amasada en las oscuras cloacas del comercio mundial. Cada año figuraba en la lista de los hombres más ricos del planeta. Hubo un tiempo en que le apodaban 'Goldfinger'.

        Buscado por el FBI en los 80, fue prófugo de la justicia sin el más mínimo remordimiento, tuvo triple pasaporte y disfrutó de cada dólar como si fuese el primero. 'Bussines is bussines', solía decir. Tanto, que llegó a desafiar a las siete petroleras más poderosas del mundo y a controlar una producción superior a la de Kuwait. Violar tratados internacionales, sobornar a los poderosos, amenazar a los débiles y chantajear a los servicios de inteligencia fueron para él gajes del oficio.

        Pero la realidad hoy es otra. Refugiado en Francia, con 78 años y 60 delitos a sus espaldas por evasión de impuestos, apenas sale y viaja sólo a los lugares en los que tiene la certeza de que no será extraditado. Su cuenta corriente mengua como lo hacen sus ganas de seguir adelante. Si viviese cien años más, piensa, invertiría en parques eólicos, narcóticos y centrales nucleares. Pero éste ya no es su momento. Y su hijo está bien educado. Ha aprendido bien la lección. Sabe que venderse a la política, a la religión, o tener un mínimo de humanidad son cuestiones que deben medirse en pos del negocio.

Empuña sonriendo el cañón del arma corta contra su sién.
Sí.
Lo hará bien el pequeño Freeman.

13 comentarios:

Gabiprog dijo...

No saberse digerirse, puede tener siempre el sabor agrio a la derrota.

Que vaya estupendo el programa!

Saludos.

Juanma dijo...

Uf, fantástico. Genial el relato. De no respirar.

Un beso.

marimonti dijo...

Fantástico, Te.
Tus dedos ligeros se deslizan uniendo fonemas, creando palabras, palabras que hiladas, unas con otras, hacen siempre que un escalofrío recorra mi espalda.
Besos fortísimos, mi preciosa niña.

Pugliesino dijo...

Holaaa Té!
Da miedo pensar que el peligro de extinción no amenace a tal especie.
Pero da mas pensar que tal extinción conllevaría la de nuestro sistema.
Magnífico relato Té, el final dejando su herencia para otro final.
Un abrazo enorme y todo el éxito para el programa!

mamen dijo...

Cuando la maldad es patrimonio del alma el final y el principio se funden en la misma línea para nuestra desgracia.
Escucharemos todos esos relatos el viernes, hasta entonces miles de besos.

mamen dijo...

Cuando la maldad es patrimonio del alma el final y el principio se funden en la misma línea para nuestra desgracia.
Escucharemos todos esos relatos el viernes, hasta entonces miles de besos.

Antonio dijo...

Pues ya estamos esperando "Las aventuras del joven Freeman".

No sabía que estabas haciendo pinitos en el mundo del guión. Este tiene buena pinta...

Besos
Antonio

Josep Julián dijo...

Hola Té:
Llego tarde al reto que nos propones y lo siento porque tengo escrito un cuento de navidad un poco especial.
Tu relato me ha cautivado y me hubiera gustado oirte. Otra vez será.
Un abrazo.

Pugliesino dijo...

No pude oirlo ni participar a tiempo :s

Lo que sí que no llegará será el final de esta Ventana indiscreta, verdad?

Un abrazo!

Pedro dijo...

Jodé. ¡Qué racha llevo!. No tengo tiempo para nada. Si es verdad que nunca es tarde, ahí va: el llamado Freeman, ¿irá al Cielo o al Infierno? (¡Hay que ver a dónde nos lleva esta chica!)

Lisset Vázquez Meizoso dijo...

Me encanta el relato. Espero más noticias de Freeman pronto. Feliz año nuevo.

mariapán dijo...

El 2009 se acaba hoy

FIN


jejejeje un beso desde el corazón Té y buen comienzo del principio.

Crimson Woodstock dijo...

Me gustó mucho tu relato. Sin embargo, como ya te comenté hubiera complacido más, en mi opinion, un final menos suicida y más pronosticado. Aun así, exito total.