13 de junio de 2010

Desidia

A veces me escabullo. Me hundo en mí misma, desaparezco del mundo que me rodea y sonrío con desgana. Dejo que pasen los días como si hubiera más. Abandono el sexo compartido y sigo arropada en mi regazo. Tomo firmes decisiones para hacer cosas mañana, y mañana vuelvo a aplazar mi decisión. Tengo fuerzas para actuar en el futuro, pero una débil voluntad en el presente. Pierdo consistencia como persona porque existo muy poco fuera de mí.

        A veces deambulo en esta especie de duermevela sin visiones ilusorias. La abulia y la apatía se apoderan de mi cuerpo y se extienden con la sangre hasta que las oigo batirse en mi sien. Adagio de la indolencia al que llamamos desidia y que nace en mis entrañas, como una vez lo hicieron el amor, el dolor, la paz y el llanto. Me abandono voluntariamente a la incuria porque hallo su origen en lo más cálido de mi cuerpo. Y tan fuerte es este anhelo sepultado dentro de mí, que no quiero despertar.

A Mariapán (http://carapahn.blogspot.com), autora de este dibujo, Desidia, que formará parte de una exposición en Sevilla y que motivó mi pequeña reflexión.

12 comentarios:

liss dijo...

ufffff he respirado profundamente al leer tu relato,me alivia, al menos, poner nombre al estado en el que me encuentro;gracias Té.

Pugliesino dijo...

Unes imagen y palabras en una preciosa reflexión.

Un abrazo Té

Es dificil escapar una vez la desidia atrapa.

Lisset Vázquez Meizoso dijo...

Me encanta. Las firmes decisiones para hacer cosas mañana y al día siguiente aplazar esas decisiones...sí, definitivamente, algo más común de lo que quisiéramos. La rutina se nos instala en la cabeza y de ahí, salta sin remedio al corazón y terminamos adorando a ese falso Dios que nos dice que estamos mejor como estamos y para qué intentar algo distinto...

Er Tato dijo...

Ayer decidí dejarte hoy un comentario brillante sobre tu fantástica entrada, pero acabo de decidir dejarlo para mañana...

Besos traspuestos

mariapán dijo...

¡Graicas Té! Muchas gracias... Mi intención fue precisamente esta que has descrito; me alegra que mis "intentos de arte" comuniquen...si, qué subidón!
Un beso

La gata Roma dijo...

Has descrito mi estado de las últimas semanas…

María es francamente inspiradora, como deben serlo los buenos artistas…

Kisses

mamen dijo...

Parece que no soy la única estos días que está acompañada de esa mala consejera que es la desidia. Ésa mezquina que se empeña en convencerme de que mañana será otro día para tomar decisiones.Pero qué dulce y agradable es a veces su amistad.

Pedro dijo...

No hay duda. Estás viva. Te quiero.

marimonti dijo...

La obligación me aprieta tanto que a veces me ahoga, me asfixia y sonriente, detrás de la columna, está agazapada la desidia, la dejadez. Me atrapa y no puedo por menos que gritar: "soy libre, puedo no hacer lo que debo"
Muchos besos, mi preciosa niña

Antonio dijo...

Es que María te pone boca abajo y empiezas a soltar todo en cuanto ves sus dibujos.

Me gusta tu nueva cabecera... aunque hubiera preferido algo menos gatuno...

Y el sexo siempre es compartido aunque sea con uno mismo. Es pura comunicación no verbal. ¿Y necesitamos tanto escucharnos a nosotros mismos?

Besos
Antonio

Juanma dijo...

El Tato borda su comentario...

Yo me quedo con ese "adagio de la indolencia al que llamamos desidia" y "me abandono a la incuria porque hallo su origen en lo más cálido de mi cuerpo".

Pero qué bien escribes. Es un placer leerte.

Un par de besos para mi chica favorita.

maria dijo...

Tan intenso como siempre. Buena reflexion. Besos