Anoche soñé que cruzaba el viejo adarve...
Acababa con esta trama que es la norma
y compraba con voluntad mi autonomía.
Decidida a abandonar cualquier costumbre,
dejaba este lugar,
que es eco ajado,
cruzaba al otro lado del espejo
y te encontraba allí,
colgando estas palabras de los árboles.
Creyéndote quizás tan servil como el tirano,
o dispuesto a olvidar por un momento a aquel que dicta.
Acababa con esta trama que es la norma
y compraba con voluntad mi autonomía.
Decidida a abandonar cualquier costumbre,
dejaba este lugar,
que es eco ajado,
cruzaba al otro lado del espejo
y te encontraba allí,
colgando estas palabras de los árboles.
Creyéndote quizás tan servil como el tirano,
o dispuesto a olvidar por un momento a aquel que dicta.
Y hoy,
ahora,
al despertar de nuevo en esta orilla,
ahora,
al despertar de nuevo en esta orilla,
sé, como tú,
que sólo al otro lado del espejo
que sólo al otro lado del espejo
son prudentes las respuestas desmedidas.