Vine a este sitio a ser yo misma,
y en este entorno de sigilo que es la
vida
me he convertido en el agua que bajo
mis pies corre,
he sido el vaivén de las orillas
colmadas
y he aprendido a convencerme de lo
efímero.
A veces,
ya lo sabes,
me gusta hacerlo sin pensarlo.
5 comentarios:
Buenísimo Té; antes que nada, felicitarte y darte las gracias y la enhorabuena por retomar el mundo blog, te echaba de menos por estos lares, feliz ahora por leerte de nuevo.
Preciosa foto y mejor texto, ritmo y sentido, el binomio perfecto.
Besos y abrazos siempre.
Bello poema. Me encanta el final.
Feliz regreso, Te.
Muchos besos.
Disfrutar lo efímero es lo más parecido a ser eterno.
Fue un 23 de agosto cuando me preguntaba que era de ti. Y un 23 después convierte en efímera tu ausencia, porque de nuevo estás asomada a esta ventana, siempre abierta.
Bienvenida!!
Un abrazo Tè
Ya era hora, compañera. Nunca es tarde si la dicha es tan buena...
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