18 de mayo de 2016

Si no te vas, no te quejes

Te quedas y te quejas,
sin pararte si quiera a pensar
que es una contradicción
querer hacer y no hacer nada.

Mírate. 
Con esas magulladuras
y ese andar siempre despacio
sin alterar en lo más mínimo la trayectoria.

Te quedas pero te quejas 
de que el primer café siempre es con prisas,
de que se acaba el mes y no llegas,
de que ves poco a los niños...

Te quejas pero te quedas
con el alma amordazada,
los sueños encogidos en la garganta
y ese miedo abrazándote por las noches

Si no te vas, no te quejes, 
porque sabes perfectamente
que el tren el que viajas
viene ya de vuelta.

Y en los regresos no hay futuro.

28 de marzo de 2016

Hijos de la guerra

Ahora sé que el infierno 
está en la tierra, 
en el presente,
en el cielo vacío 
de pájaros blancos,
y en las noches heladas
en las que los hombres
se ven obligados 
a abandonar sus casas, 
a circundar el alambre
con las manos desnudas.

Y caen,
     caen,
        caen... 

Hasta encogerse del todo

y asir la mordaza 
bañada en sangre,
y sentir la presión 
del nudo del llanto
en sus gargantas.  

Y sus hijos hambrientos, 

desubicados en el extremo,
ahogados en la playa
u obligados a doblarse,
a ser en otra parte, 
a caminar sobre el polvo 
para alcanzar la nada,
el desamparo, 
el darse la vuelta 
a las puertas del templo.

Ahora sé que infierno
está en el despacho
del hombre del lobby,
que cada lunes
saca brillo a su misil,
esforzándose 
por aventar las cenizas
de las ilusiones ajenas,
o por hacer llover la metralla 
sobre el cielo,
que ya no es cielo
ni es nada. 



15 de enero de 2016

He aprendido

He aprendido que es la vida la que te va enseñando
quién sí, quién a veces
y quién nunca.

Que la felicidad no es destino si no talante,
y que el amor puede llegar de repente
y arrugarte los esquemas.

Que si tú no construyes tu sueño,
alguien te pagará para que construyas el suyo,
y que el paso del tiempo es implacable,
pero el crecimiento es opcional.

He aprendido que hay amigos
que se convierten de repente en extraños,
que los deseos no cambian nada,
y que las decisiones lo cambian todo.

Que el que lo cree y lo quiere, si lo sigue lo consigue,
y que el dolor es inevitable,
pero la pena es una elección.

Que el para siempre en ocasiones termina,
que si te caes es porque puedes levantarte,
y que el desafío y el riesgo, a veces, son la oportunidad.

He aprendido que la mejor opción es cuidar el presente,
porque ahí es donde vas a vivir
toda la vida.

2 de enero de 2016