18 de mayo de 2016

Si no te vas, no te quejes

Te quedas y te quejas,
sin pararte si quiera a pensar
que es una contradicción
querer hacer y no hacer nada.

Mírate. 
Con esas magulladuras
y ese andar siempre despacio
sin alterar en lo más mínimo la trayectoria.

Te quedas pero te quejas 
de que el primer café siempre es con prisas,
de que se acaba el mes y no llegas,
de que ves poco a los niños...

Te quejas pero te quedas
con el alma amordazada,
los sueños encogidos en la garganta
y ese miedo abrazándote por las noches

Si no te vas, no te quejes, 
porque sabes perfectamente
que el tren el que viajas
viene ya de vuelta.

Y en los regresos no hay futuro.